Apostamos por una economía circular

La economía circular es un concepto que hace referencia a un modelo de fabricación y consumo en el que los productos reutilizables y la sostenibilidad juegan un papel fundamental. No solo se trata de crear un valor añadido e intangible, sino también de que los productos fabricados con este sistema sean más eficientes. Además, se busca que los ciclos de vida se alarguen para así tener que fabricar menos. Compartir, reutilizar, reparar y reciclar son las claves para comprender este nuevo modo de vida que está en el punto de mira de la mayoría de gobiernos del mundo.

¿Qué es la economía circular?

Anteriormente hemos visto una simple definición de la economía circular. Sin embargo, es un proceso amplio que cubre aspectos técnicos, laborales e incluso morales del proceso económico. La idea es reducir los residuos que producimos. Por un lado, son difíciles de eliminar y esta práctica resulta costosa. Además, cuando no se hace correctamente, afecta al medio ambiente. 

A diferencia del modelo actual, usar y tirar productos no es una opción. No importa que haya materias primas baratas que se puedan utilizar. Los métodos de fabricación y la energía usada también nos repercuten a todos. Asimismo, otras empresas optan por hacer productos de mala calidad y baratos, por lo que en el mismo año puede que tengas que comprar un artículo similar varias veces.

¿De dónde partimos?

Como comentábamos en el apartado anterior, actualmente nos basamos en una economía obsoleta en cuanto a las tendencias ecológicas y poco realista respecto al planeta con el que contamos. Cuando comenzó la era industrial todo era optimismo, puesto que había grandes fuentes de energía y materias primas intactas, ya que la humanidad no había sabido aprovecharlas. Sin embargo, algo más de un siglo y medio más tarde podemos decir que la eficiencia es mejor que la productividad en masa. Las ideas anteriores sobre economía han llevado al mundo a una crisis climática y social muy seria. 

Está en nuestras manos exigir un tejido económico que tenga en cuenta las necesidades de la tierra también. En MY DRAP confiamos en este concepto a la hora de elaborar productos reutilizables. Si no pone cada persona su grano de arena, algún día será demasiado tarde.

Nuestro punto de partida es el buen diseño de producto, en el que abarcamos todo el proceso de planificación y fabricación de principio a fin en nuestras instalaciones (Barcelona, España). Nuestro sello de calidad ecológica está presente en todas las facetas, incluyendo también la distribución. Nuestra fabricación cuenta con materiales renovables y reciclados para dar una nueva vida a estas materias. 

Nos esforzamos además por eliminar o minimizar los residuos de la producción con el fin de evitar que estos lleguen al medio ambiente. La optimización es otra de nuestras señas de identidad, como podrás ver en nuestras acciones. Así, buscamos utilizar materiales reciclados, ahorrar en su fabricación o transporte y gestionar de manera sostenible los recursos. La idea es aprovechar lo máximo y contaminar y desechar lo mínimo.

Objetivos

Hay varios objetivos en nuestro compromiso ético:

• Reutilizar materias primas está en nuestro ADN. Así se ataja el aumento de demanda de materias primas en un mundo con fecha de caducidad. A medida que aumenta la población en el mundo, esto puede llegar a convertirse en un problema. Además, la economía circular con acento en el reciclaje reduce la necesidad y la dependencia de muchos países de proveedores externos. 
• Reducir la carga ambiental y la huella ecológica asociada con la extracción de las materias primas. Ya se trate del textil con el que se fabrican las servilletas de tela, el combustible que se necesita para transportarlas o el plástico de cada producto nuevo, todo contribuye a restar la pesada carga que ya soporta el planeta. 
• Economizar. No es extraño que algo que sea bueno para el planeta también lo sea para el bolsillo. Con las inversiones adecuadas en métodos de reutilización, conseguimos reducir el consumo en materias primas. Esto nos permite reducir además los precios de nuestros productos sin bajar la calidad.
• Seguir criterios asociados a la eficiencia energética. En este caso no solo ayudamos a reducir el consumo global de luz, sino que además disminuimos nuestra propia factura. Esta disminución nos permite ajustar aún más los precios para que estén a gusto del cliente. Parece sencillo deducir porqué le llamamos “economía circular”.

Acciones

Contribuimos a reducir la huella de CO2 de nuestros productos. MY DRAP es una empresa pionera en este segmento, ya que hemos conseguido que una parte importante de los materiales que usamos sigan en el proceso durante varios ciclos. Nuestro consumo puede contribuir enormemente a las cifras globales de la industria. Además, los hábitos de compra influyen al resto de empresas e incluso se extrapolan a otros sectores. 

Empieza ya a consumir como piensas y pon tu granito de arena para combatir el cambio climático. Otro mundo es posible.