Manteles individuales para la decoración de mesas de Navidad

¿Cuando empezamos a organizar la comida de Navidad? Las fiestas navideñas son uno de los eventos del año, por cantidad y calidad, y requieren una buena planificación. Acostumbramos a reunir un gran número de comensales, invertimos en la comida mucho más de lo habitual, cuidamos al detalle la decoración de la mesa… Queremos que la comida de Navidad sea perfecta así que está claro que lo mejor es organizarse con tiempo y evitar así imprevistos y prisas de última hora.

Aunque la comida de estos días acapara mucha de nuestra atención, hay que tener en cuenta que para disfrutar de un buen banquete lo mejor es acompañar unas recetas exquisitas con un ambiente cálido y festivo. Y la decoración de la mesa es un factor clave para crear esa mágica y especial atmósfera navideña.

Además, la decoración de mesas de Navidad es quizá uno de los temas que podemos abordar con más antelación. Aunque no tengamos el número de invitados confirmado, aunque no hayamos decidido las recetas que vamos a servir, es muy recomendable imaginar, con calma y tiempo, cómo queremos que sea nuetra mesa de Navidad.

¿En qué consiste la decoración de la mesa de Navidad?

Aunque hace algunos años parece que sólo había una celebración de Navidad posible, con un menú y una decoración de mesa que se repetía año tras año, lo cierto es que en algunas familias las tendencias han cambiado.

Así, mientras en algunas casas se sigue apostando por el mantel blanco, la vajilla de fiestas y un centro de mesa cuánto más voluminoso mejor, en otras se apuesta por mesas de líneas simples pero sofisticadas, y en jugar con todos los elementos de la mesa para personalizarla de acuerdo a nuestros gustos y necesidades.

Y es que en la mesa de Navidad, como en cualquier otro evento especial, son muchas las piezas que tienen que funcionar para que el engranaje funcione:

• Textiles: servilletas de tela, manteles, manteles individuales, camino de mesa.
• Vajilla: cubiertos, platos, copas.
• Centro de mesa.
• Detalles individuales para cada comensal.
• Otros elementos de decoración: velas, figuras navideñas, purpurina…

Como hemos comentado en publicaciones anteriores, los textiles tienen un papel protagonista en la decoración de la mesa: son su vestido principal y la base donde disponer los otros elementos de decoración.

A continuación nos centramos en el uso de manteles individuales para diseñar una mesa de Navidad moderna, elegante y funcional.

¿Manteles individuales para la mesa de Navidad?

El uso de manteles individuales tiene numerosas ventajas desde un punto de vista práctico pero también estético: son versátiles, prácticos de lavar y planchar, aligeran la mesa y le dan un toque diferente y personal. Además, actualmente existen una gran variedad de diseños que los convierten en una muy buena opción para eventos formales y celebraciones especiales, como la comida de Navidad.

Colores verdes, rojos, dorados, blancos, no pueden faltar en la decoración de la mesa de Navidad. Los manteles individuales con estampados navideños combinan esos tonos con las figuras más típicas de estas fiestas, como abetos y copitos de nieve. Son diseños diferentes y divertidos que van a sorprender a todos los invitados, pequeños y grandes. Otra alternativa son los manteles individuales y servilletas de tela de colores lisos que consiguen también crear un ambiente elegante y navideño.

Manteles individuales con el árbol de Navidad

El abeto es por excelencia el árbol de estas fiestas, símbolo de la vida. Una forma original de introducirlo en la mesa es con manteles individuales y servilletas de tela decorados con pequeños abetos verdes. Te proponemos la colección Xmas Tree, con un estampado sobrio y elegante, donde predomina el también navideño color blanco con el que aportarás luminosidad a la mesa.

Si quieres personalizar al máximo la mesa puedes disponer, al lado de cada comensal, un pequeño detalle en forma de paquete de regalo, de estrella, de bola navideña… Deja volar tu imaginación y, si tienes tiempo, sorprende a tus invitados con una manualidad única para acompañar ese árbol tan especial.

Manteles individuales con salpicaduras doradas

Símbolo de la abundancia, de las riquezas y el poder. El dorado ha sido históricamente el color de los dioses y hoy en día lo asociamos a las fiestas y al glamour. A pesar de su belleza y elegancia, en exceso puede ser demasiado cargante así que una buena solución es decorar la mesa con la colección Golden Splash, con manteles individuales y servilletas de tela mayoritariamente blancos pero con salpicaduras de dorado. ¡Le dan un toque más moderno y divertido!

Manteles individuales con copitos de nieve

Más allá de su significado religioso, el rojo es indudablemente el color del amor y la prosperidad. Una nota cálida y alegre para las frías jornadas de invierno. Y precisamente si lo que quieres es reflejar en la decoración de la mesa navideña el contraste de temperaturas de estos días puedes hacerlo con la colección Snowflake, manteles individuales y servilletas de tela estampados con copos de nieve en un atractivo fondo rojo.

Manteles individuales con el estampado más tradicional de la Navidad

Los cuadros escoceses son otro de los imprescindibles en los tejidos de Navidad. Podemos presentarlos en la mesa con los manteles individuales y las servilletas de tela de la colección Tartan, una apuesta segura para los amantes de lo clásico y para los apasionados del Vintage.

Combinar manteles individuales de diferentes colores

Más allá de los tejidos estampados, otra posibilidad para decorar la mesa de Navidad es apostar por los manteles individuales lisos de la colección Basics. Colores elegantes e igual de navideños como el crema o el perla, o tonos con más carácter como rojos o verdes.

Los anfitriones más creativos pueden jugar con diferentes tonos en manteles individuales, servilletas de tela o posavasos, aunque se recomienda ser prudente con las combinaciones y apostar por colores cercanos en la paleta cromática y que se complementen muy bien.

En ese sentido, también se recomienda usar el doble mantel: superponer un mantel individual encima de otro, de manera que vistamos aún más la mesa, dándole un toque más sofisticado.